Con un estilo disruptivo, Vanina Procopio quiere ganar una interna contra varios políticos bancados por aparatos municipales y provinciales. «Estoy convencida que nuestros competidores no proponen el verdadero cambio que el departamento necesita«, indicó.
También agregó: «Yo no arrastro los vicios de la política. Mientras muchos de los candidatos vivían de la política, yo me rompía el lomo para llevar adelante mi empresa«.
Vanina Procopio entró en política por un hecho trágico: la muerte de su hermano en Rosario producto de la delincuencia. Siempre estuvo lejos del Estado: Es dueña de una reconocida agencia de turismo (Procopio Turismo).
«El deseo de pelear contra la injusticia de la muerte de mi hermano, y contra los atropellos que sufrimos quienes vivimos de nuestro esfuerzo, me llevó a buscar una banca en el concejo«, expresó Vanina.
Fue funcionaria de Roldán hasta el cierre de listas, cuando fue despedida por el intendente. Procopio explica que «en el departamento San Lorenzo está mucho en juego. Yo vengo del mundo empresarial, soy madre, dí mil batallas para llegar a donde estoy. Quiero ser senadora para romper con los atajos de la vieja política«.
Decide no hablar de los competidores de la interna, pero se diferencia: «San Lorenzo es un departamento de emprendedores, comerciantes y trabajadores. A diferencia de mis competidores, yo soy una más de ellos. El cambio lo puede lograr una persona que logró lo que tiene gracias a su trabajo«.
Finalmente, Procopio repasó sus proyectos para la senaduría provincial: «Mi banca va a estar al servicio de los productores, empresarios y trabajadores. Voy a reclamar por la tan prometida extensión de la ruta 26 para aliviar el tránsito y beneficiar a la zona, presentaré proyectos para garantizar el apoyo al campo ante los impactos de la sequía. También con mi equipo proponemos cursos y capacitaciones para incorporar las nuevas tecnologías en la educación de nuestro jóvenes”.
Procopio se presenta con un slogan claro y sin vueltas: «Vivir del esfuerzo propio, o vivir de los demás».